Quédense tranquilos que no haría un post sobre mis vacaciones (que por otro lado estuvieron un-freaking believable!) si no pensara que les puede servir como emprendedores,…aunque después de todo, quien paga el hosting? 😛
De todas formas ya estamos de vuelta, siempre es bueno volver.
Bueno, voy a tratar de darle temporalidad al relato que paso a contarles.
Estuve en Río de Janeiro, Brasil.
Los pasajes, el hotel, traslados y seguro medico los compre/contrate por medio de despegar.com. Varias cosas para decir sobre el servicio de estos muchachos. Los mails no terminaban de llegar y comunicarse con el call center llega a ser una tarea por demás complicada, yo entiendo el hecho de que seguramente en estas épocas las líneas están abarrotadas de viajantes como yo, pero esperar mas de 30min (sin exagerar) para que te atiendan lo considero un poco demasiado. Al final todo salio bien y pude tomar el vuelo en tiempo y forma, así como disfrutar de la estadía con total normalidad y de acuerdo a lo que había contratado. Pulgares arriba para Despegar.com
El vuelo salio a horario de Aeroparque, y en menos de 3 horas ya estábamos en el aeropuerto internacional de Galeão (GIG). Durante el vuelo me puse a charlar con mi vecino de asiento que resulto ser un arquitecto de Río, me contó muchas cosas sobre la situación actual de la ciudad y del país. Note en esa charla y durante toda la semana, el hecho de que ellos están orgullosos por el avance que viene teniendo el país y más que nada por como se tranquilizaron las cosas en temas de seguridad. Él fue el que me aconsejo no caminar por la Av. Atlántica de noche (por que no le hice caso!!??).
El GIG esta alejado del centro de la ciudad y para llegar al hotel pasamos por muchas calles oscuras que, tal y como me había dicho Joaquín (el Arq.) era una zona para nada agradable. Rápidamente llegamos al barrio de Copacabana, muy rápidamente!, verán, uno de las cosas que mas me sorprendieron de ahí es la velocidad con la que manejan todos, ni hablar de los colectivos que al parecer tienen todas las prioridades, increíble…
Me aloje en el hotel Windsor Atlántica, que decir, ESPECTACULAR, desde las instalaciones hasta el trato. El Atlántica queda sobre la famosa Av. Atlántica (casualidad?) así que con solo cruzar la calle estas en la playa de Copacabana. Llegue a la 1 de la madrugada así que no daba para mucho, noche 1: solo dormí :/.
Al otro día, casi 10am salí con rumbo al Corcovado, donde esta el Cristo Redentor, la postal de Río de Janeiro. La idea era hacer primero los recorridos obligados para después tener tiempo “libre” para las playas. El viaje fue primero en metro (subte) hasta Largo do Machado y desde ahí un colectivo hasta Plaza San Judas Tadeo. Desde ahí salen tanto el tren histórico como las combis.
El tren tiene su componente histórico, pero hay que esperar mucho para subir, ya que la capacidad no es tanta. Las combis son más caras (25Rs) pero en el recorrido incluyen algunos puntos panorámicos. No lo pensé mucho y elegí las combis.
Tanto el tren como las combis te dejan en la estación Corcovado, allá arriba, y desde ahí hay que contratar otras combis (26Rs) que te llevan hasta el Cristo Redentor. Todo estuvo genial. Un consejo, las combis esperan hasta llenarse para salir, así que si no son casi los últimos en subir van a esperar mucho, yo estuve como 40 min. arriba de una.
A la vuelta al hotel y después de una siesta, partí para el Pão de Azúcar.
El Pan de Azúcar es un morro que esta en una de las puntas de la bahía de Guanabara, a saber, Río de Janeiro (por lo menos la parte turística y en la que recomiendo se queden) es como una “L” pero al revés, así que el morro del Pan de Azúcar estaría en justo en el vértice, lo que da una vista (impresionante) de toda la ciudad, tanto de las playas (Zona Sul) como del centro y puerto (Zona norte).
Al Pão de Azúcar subimos por medio de unos Bondinhos (teleféricos) que llegan primero al morro Urca en 2min y de ahí hay que tomar otro bondinho hasta el morro Pan de Azúcar (todo por 53Rs). Tanto en Urca como en el Pan de Azúcar la vista es genial, y hay confiterías y baños, además de un anfiteatro. La verdad me sorprendió lo grande que es ahí arriba y lo bien cuidado que esta todo. Personalmente quede hechizado (creo que es la palabra) por ese lugar. Siguiendo el consejo de Joaquín el Arq. fui al atardecer. Simplemente impagable :D.
Al otro día, jueves, TENÍA que hacer playa, así que solo cruce la avenida y ya estaba en la playa de Copacabana. Atención! el agua es mooooi fría, todo lo contrario a lo que esperaba. Igual las playas son muy limpias y el agua, si bien no es cristalina, es muy clara. En esa zona de Copacabana no hay tanta gente, y la verdad debería haber ido más “al medio”. Como de costumbre, no use protector solar, acostumbrado a otros soles más gentiles, y así me fue, termine con la piel muy mal quemada, por lo que en los demás días no pude disfrutar de tomar sol como debe ser….bad.
Esa noche (jueves) había decidido salir por la zona de Copacabana. Una aplicación del iOS me recomendó un lugar que no recuerdo sobre la rua Siquiera Campos, pero después de caminar más de 5 cuadras y verme demasiado “regalado” por esos lados desistí y busque ese otro lugar que me recomendó el iPad. Sobre Barata de Ribeiro estaba el pub “Clandestino” que resulto ser el pub de el conocido hostel “Che Lagarto”…buenísimo! Un lugar con muy buena onda y lleno de extranjeros. Rápidamente (y por suerte) me hice amigo de dos cordobeses, tres rosarinas, dos cariocas, una australiana y un colombiano; y hablando de TODO se paso la noche entre varias caipirinhas. Volviendo para el hotel, caminando como un zombie, decido erróneamente agarrar por Av. Atlántica…bueno, este es el momento en el que los que tuvieron la suerte de conocer Río se imaginan que nada bueno me pudo haber pasado :p.
Me robaron el celular en una especie de ataque punguista/amistoso por parte de l@s “comerciantes” de la zona…mmm…no pienso entrar en detalles º-º.
El viernes me levante algo tarde, por eso tuve que desayunar afuera. Recomiendo ser cauteloso al momento del pedido, verán, en brasil las porciones son abundantes, por eso es conveniente preguntar antes si con el café viene algún “pão” de regalo. En mi casa se me ocurrió la loca idea de desayunar como lo venia haciendo en el hotel, a lo brasilero!…la sorpresa fue cuando me di cuenta que había gastado unos 40Rs (AR$100!!!) en un fuckin’ desayuno.
Por la tarde hacia los recorridos del centro de la ciudad. Viajaba en metro (subte) hasta cualquier punto, no se si ya lo dije, pero el sistema de metro de Río es muy fácil.
Ese viernes elegí recorrer el centro histórico, todo cerca de la estación de metro Carioca y un poco del barrio Lapa.
Para el sábado prepare una excursión a Niteroi , la ciudad de Niteroi es la ciudad brasilera con mas obras del arquitecto Oscar Niemeyer… Niteroi esta cruzando la bahía de Guanabara, se puede llegar desde Río cruzando el puente Río-Niteroi o por Barca. Desde la histórica Praça 15 de Novembro salen las barcas hacia Niteroi en un recorrido que cuesta (solo!!) 2,75Rs. Recomiendo esta ultima opción, que es en definitiva la que yo hice. EL recorrido dura aproximadamente unos 20 min. y se tiene vistas hermosas de la bahía.
Del otro lado esperaba Niteroi, al llegar fui a recorrer las nuevas construcciones que serian la terminal nueva de Niteroi, pensada por Niemeyer, simplemente alucinantes! Aunque lamentablemente estaban todavía en construcción y cerradas así que por más que le insistí al cuidador no me dejo pasar.
Desde la misma estación tome el onibus (2,75Rs) que iba al MAC, el museo de arte contemporáneo de Niteroi, el edificio es una de las obras mas famosas de Niemeyer y esta a solo 10min en el barrio/península/mirador Boa Viagem…que decir…se me caía la baba. La entrada cuesta solo 5Rs y adentro esta la colección de arte de João Sattamini. No se pueden sacar fotos dentro, obvio que no hice caso.
Volví a la estación fluvial caminando, error!, el camino a pie era mas largo de lo que pensaba así que termine destruido por el calor de esa tarde.
De todas formas, ya de vuelta en Río pasee por el barrio de Lapa, pasando por los pintorescos Arcos de Lapa y la imponente y moderna catedral de Sao Sebastián. Debo decir que no es una zona taaan agradable y hay un fuerte contraste entre la gente durmiendo en las veredas y el magnifico edificio de Petrobras. Sensaciones fuertes.
El domingo (siguiendo con la temporalidad) inicie otro de los “must” (debes!) que es el recorrido del estadio Maracaná. Allí se llega muy fácil en metro, el mismo que me tome en la estación Arcoverde llega a la estación Maracaná. Saliendo de esa estación te recibe una rampa que cruza toda una avenida y te deja justo en las puertas de imponente estadio. Debo decir que la zona donde esta el estadio no es muy agradable, por lo tanto no recomiendo hacer este recorrido un domingo como yo.
Por estos días (y todavía falta mucho) el Maracaná esta sufriendo una fuerte remodelación y en el interior no hay “nada”, así que lo único que uno puede hacer es visitar el museo (costo 5Rs). El museo es modernísimo consta de, si mal no recuerdo, cuatro plantas. A medida que uno va subiendo por las escaleras eléctricas se encuentra con grandes murales que muestran toda la historia de la selección brasilera con todas sus figuras. En el último piso hay un césped artificial con las huellas de los jugadores más reconocidos de la historia brasilera, nada del otro mundo :p…lo que si es alucinante es la vista que uno tiene desde allí del estadio por dentro y de cómo va la construcción, que como fui un Domingo no avanzaba mucho.
Saliendo del Maracaná, volviendo a la estación de metro, se acerca una persona de la zona, me saluda muy atentamente y me explica su situación de pobreza (por lo poco que pude entender), y que por eso necesitaba mi colaboración con “solo” un real…como me negué siguió insistiendo, hasta que me puse firme y seguí caminando. La mirada de desprecio que me echaba el sujeto desde atrás era fuertísimo…pero por suerte no paso de eso. Ese fue el otro episodio malo que puedo contar en toda mi estadía Río.
El día anterior en el barrio de Lapa, me había olvidado de recorrer la Escada da Lapa, así que de vuelta en el metro decido parar en la estación Cinelandia que me deja a unas cuadras. La Escada da Lapa o Escalera de Lapa o Escalera de Selaron . Wikipedia se encargara de contar que es y como nace esta “artesanía”, lo que yo les voy a decir es que es simplemente mágica recorrerla con todo el color y la buena energía que transmite. Indudablemente otro must.
Lunes, era mi último día completo en Río, así que decidí conocer una playa de la que todos hablaban, esto es Barra de Tijuca.
A unas cuadras de hotel, pregunto por un colectivo que me lleve hasta ahí, hasta que al final, después de algunas personas que a pesar de querer ayudarme no sabían cual era el correcto, consigo subir a uno en el que el chofer me dice que iba hasta ahí.
El colectivo bordeaba toda la costa, pasando por algunas favelas en el camino…un verdadero recorrido cultural de la zona de Río. Llegamos y bajo en un lugar que parecía ser el centro comercial de la ciudad porque ahí había al menos cuatro súper-shoppings llenos de autos en sus estacionamientos. Allí pregunto si me conviene ir en onibus a la playa o puedo llegar caminando. Me dicen que es mejor que me tome un colectivo, ya que la playa no estaba para nada cerca. Pregunto a un guardia de uno de los shopping (el New York Center, con la estatua de la libertad y todo) que línea me dejaba en la praia de Barra, este me dice el número de colectivo que me tenía que tomar. El graaaaan problema fue que yo nunca le dije bien (en portugués) donde quería ir…lo que yo quise decir como “centro” me entendió como “central”…por lo que las indicaciones eran para ir allí! A la Central de Río de Janeiro…por suerte!
Apenas empezó el recorrido del colectivo me di cuenta de que algo andaba mal, y al pasar los minutos y adentrarnos más y mas en barrios y favelas me di cuenta que definitivamente no iba a llegar a ninguna playa :/. Tuve la suerte de tener un compañero de asiento que resulto ser un ángel en todo el viaje, el me explico como iba a ser el recorrido y me contó mucho sobre como andaba Río y como funcionaba. Además se bajo mas lejos de su destino solo para acompañarme a una estación de metro mas segura…la verdad no supe como agradecerle a Ricardo.
De vuelta en el centro de Río, y cargando con una frustrada tarde de playa en Barra de Tijuca, decido pasar lo que me quedaba de la tarde y de Río en la playa de Ipanema…así que, después de pasar por el hotel, me fui directo para allá en una de las combis de la Av. Atlántica.
Llega el martes, y eran las últimas horas en Río. La verdad no me quería ir para nada, la ciudad me había dejado una adicción y ahora necesitaba meses para sacármela. Pero en fin, a las 12 pasaría el transfer por el hotel.
Decido hacer el mítico recorrido por la vereda costera de Copacabana y comprar los últimos souvenires. Regreso al hotel, deja la habitación y espero en el lobby tratando de respirar y llevarme todo el aire de la ciudad hasta Argentina.
Apenas pise Buenos Aires (ciudad que también me encanta) choque con la mala onda de algunos agentes de aduana, taxistas, colectiveros, conductores, y demases argentinos. Quiero a mi país, pero lamentablemente estamos a varios años de Brasil estructuralmente, económicamente y socialmente; y esto lo puede decir cualquiera que tuvo la suerte de ir por aquellos lados.
Fueron 7 días en una ciudad maravillosa y no veo la hora de volver.
Hey!
Como reto mental mantengo este blog. Quiero construir un imperio tecnológico, pero primero tengo que resolver algunas cuestiones. Este es mi plan.